Lo que más cuesta es oír el despertador y tener que levantarse antes de las 8, desayunar e ir al instituto.
9. SALIR MENOS:
No poder irte con la misma alegría por ahí con los amigos y encima no poder salir tanto por la noche.
8. VOLVER A HACER DEBERES (QUIEN LOS HACE):
En verano prácticamente no haces nada y luego viene la entrada al instituto y te toca ponerte a trabajar de nuevo.
7. CAMBIOS EN EL TIEMPO:
Empieza a llover, se hace más pronto de noche. Todo es más triste.
Porque empiezas a llevar libros en la mochila y a la que te das cuenta pesa bastante y al cabo del año te duele la espalda…
5. EL BAÑO:
Hacer cola para entrar al baño y cuando entras, te chocas contra el típico olor de váter de instituto.
4. LA SIRENA:
Volver a oír la sirena que suena entre clase y clase y que te taladra la cabeza.
A los que te gritan, a los que te cogen manía...
2. VOLVER A LOS EXÁMENES:
Para los que hay que estudiar (los que estudian) y si suspendes tu madre te riñe.
1. PASAR HAMBRE ENTRE CLASE Y CLASE:
Lo peor de todo, porque el patio siempre llega muy tarde y la gente acaba comiendo entre clase y clase, los pasillos empiezan a oler a atún...
Por Ricardo Collado (1º PQPI)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada